La Consejería de Agricultura muestra su apoyo al cultivo de la remolacha azucarera
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23 agosto, 2019El cultivo de la remolacha azucarera está en alza. Así lo demuestra la afluencia de agricultores que asistieron el pasado 4 de julio a la Jornada “Cultivo de remolacha azucarera de secano en Andalucía: presente y futuro”.
En total, fueron 120 los productores que se interesaron por el futuro de este cultivo en Andalucía que, según Ana G. Zamarreño, Gerente de Agroteo, “está garantizado”. Así lo transmitió a los asistentes en su ponencia “La remolacha de secano en Andalucía: aspectos agronómicos y modelas de contratación 19-20”, que llevó a cabo junto a Miguel Sanromán, Responsable Agrícola de Azucarera en Jerez y que estuvo enfocada en explicar su modelo, tanto en el ámbito agronómico como en el contractual.
Dicha ponencia comenzó con la intervención de Miguel Sanromán, quien puso en valor el cultivo de secano, cuya tendencia calificó de “alcista”, gracias al trabajo de los agricultores y a la modernización del modelo. Además, ofreció interesantes cifras sobre los niveles de riqueza, que este año han batido récords. De hecho, en los primeros días de campaña, se obtuvo una media de 19,5 de riqueza, debido sobre todo al buen manejo que se está haciendo del cultivo y a que este año la remolacha “está sana y el tiempo está respetando”. Las hojas no paran de bombear azúcar hacia la raíz, dando resultados magníficos”, destacó Sanromán.
La superficie de secano ya se ha visto incrementada este año en más de 1.500 ha, gracias a la puesta en marcha a través de Agroteo de un nuevo modelo de cultivo y contratación, pero, no obstante, también son necesarios otros factores para que esta tendencia pueda consolidarse, y es que tal y como apuntaba Sanromán: “Azucarera está aquí para quedarse y queremos que este modelo perdure en el tiempo“. Es el caso de las características de las parcelas seleccionadas para la siembra de remolacha de secano: deben estar descansadas, libres de piedras y ser lo suficientemente fértiles. También es necesario tener en consideración los herbicidas residuales usados en años anteriores, ya que afectan al rendimiento. Es por ello que los agricultores, junto con Agroteo y Azucarera, deberán valorar muy bien el historial de las parcelas candidatas a ser sembradas, con el fin de seleccionar las que puedan proporcionar un rendimiento más óptimo. Otro aspecto crucial es la fecha de la siembra, que debiera ser anterior al 31 de octubre para poder garantizar el mayor ciclo posible al cultivo..
Si todo esto se tiene en cuenta, los efectos climatológicos que puedan afectar a las cosechas serán amortiguados. Así ha sucedido este último año, que a pesar de tener unas condiciones bastante adversas, se ha llegado a las 80 toneladas por hectárea en algunas fincas. “Esto da a entender que el acierto en la parcela y en las prácticas que se realicen también puede dar un buen resultado para todos” concluyó Sanromán.
Posteriormente, Ana G. Zamarreño pasó a explicar los aspectos contractuales de los modelos de cultivo, que se dividen principalmente en dos: el convencional, “donde el agricultor gestiona y efectúa por su cuenta todas las labores del cultivo”; y el nuevo modelo, puesto en marcha en 2018, conocido como de integración o cultivo compartido. Con esta fórmula, el agricultor subcontrata a Azucarera, a través de Agroteo, las actividades del cultivo. Ese coste se deduce de la liquidación y a la vez “se garantiza un ingreso mínimo en función del rendimiento”. Dicho modelo se ofrece para un mínimo de 25 hectáreas por cultivador y hasta un máximo de contratación total de 3.000 hectáreas.
En cuanto a las tareas del cultivo, si el agricultor dispone de maquinaria para las labores de preparación del suelo, lo normal es que las realice él, “siempre y cuando quiera y si no, se subcontratarán vía Agroteo”. En este caso, Azucarera adelanta el coste de esas actividades y junto a Agroteo, se encargan del resto de tareas, gestionándolas, sufragándolas y posteriormente deduciéndolas de la liquidación. “Lo que garantizamos con este modelo es que pase lo que pase en la producción o en los costes, el ingreso siempre está garantizado en función del rendimiento que se obtenga” puntualizó Zamarreño.