Los remolacheros andaluces, expertos y profesionales del riego y la sanidad foliar de la remolacha azucarera

El cultivo de remolacha es un arte al alcance de los mejores agricultores del país y, en Andalucía, los remolacheros saben lo que hacen… y lo que dicen.

Contando en todo momento con el asesoramiento de los técnicos de campo de Azucarera, hemos querido conocer cuáles son las prácticas de riego, el manejo de los tiempos en el ciclo de cultivo y las recomendaciones para una correcta sanidad foliar de algunos remolacheros andaluces.

“En esta zona concretamente, tenemos un problema que es el riego por inundación. No nos permite regar como quisiésemos. Pero bueno… sí que es verdad que, cogiéndolo a su tiempo y no regando en un momento en que el calor ya apriete, nos permite hacer las cosas medianamente bien”

“Para nosotros es muy importante que la remolacha llegue sana al final del cultivo, porque se traduce de alguna forma en que esa remolacha esté viva hasta última hora y esa producción esté en condiciones y, por supuesto, que la riqueza se mantenga. En esta zona, sobre todo, el tema de la cercospora es una de las enfermedades más comunes. Para controlar la sanidad, hago 3 ó 4 tratamientos en la campaña”

“Los riegos hay que cortarlos a más tardar el 31 de mayo… el 3 ó el 4 de junio… para evitar el exceso de calor y que también se produzca la cocción”

“Cuando veo que las temperaturas han subido, es cuando dejo de regar”

“La cercospora es otra enfermedad que se agudiza mucho en el cultivo y sí que es verdad que hay que tenerla muchísimo en cuenta y echarle lo más pronto posible sus fungicidas. Yo estoy hasta último momento tratando con fungicidas. Normalmente, a lo largo del cultivo, se pueden echar perfectamente de 3 a 4 fungicidas”

“Llevar la remolacha hidratada hasta el final del ciclo es importante porque cualquier estrés que sufra eso nos va a repercutir en mermas en kilos o en polarización; incluso otros problemas como espigado y como otros tipos de accidentes que pueden ocurrir… que no es que sea el único motivo, pero influye”

“La sanidad del cultivo es bastante importante porque el pulmón de la remolacha es la hoja y hay que mantenerla sana hasta última hora. Es la máquina que está fabricando azúcar y que está haciendo kilos a la vez; pero sin la hoja la merma va a ser importante. Para el control de las enfermedades y de las plagas, hay que ajustar mucho el umbral de tratamiento. Apenas se vean unas de las primeras, actuar, porque las dosis son muy bajas”

“Hay que echarle el agua que necesita. Si se le echa más, le estamos haciendo daño; y si se le echa menos, tiene estrés… entonces estamos perdiendo. Hay que apuntar las cosas para que luego no se olviden. Respecto a la parte final del riego, no es lo mismo que si hace mucho calor y mucho levante… que a lo mejor ya está la tierra buena para sacar la remolacha; y si un año que a lo mejor es más húmedo, con temperaturas más bajas, que no va a hacer esos vientos malos… pues a lo mejor resulta que lo óptimo para sacarla serían 20 días antes. Hay una “horquilla” entre 10 y 20 días”

“Yo creo que, para controlar la cercospora es, cuando se vea los niveles de tratamiento, tratar. Y ya, una vez se empieza a tratar, pues hacerlo cada 3 ó 4 semanas. No hay que dejar pasar el tratamiento, porque en el momento en que lo dejas, ya se multiplican y vas perdiendo otra vez. Aunque perdemos más al final de ciclo. Por ahorrarte un tratamiento al final de ciclo puedes perder lo que valen 5 tratamientos, así que hay que invertir. En el campo hay que invertir”

“Los riegos hay que cortarlos a más tardar el 31 de mayo… el 3 ó el 4 de junio… para evitar el exceso de calor y que también se produzca la cocción”

“Yo creo que eso es lo más importante en el cultivo…. Echarle a tiempo los fungicidas si los y los tratamientos de las plagas en su momento también”